Podemos maniobra para impedir la aprobación de la reforma laboral y achacar el fracaso a Díaz

Objetivo: Yolanda Díaz. Para todos. Pero más si cabe para Podemos. El partido que lidera Ione Belarra maniobra para sabotear la convalidación del real decreto ley de la reforma laboral, que se votará el 3 de febrero, y así achacarle el fracaso a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social. El éxito o el fracaso con esta norma, la medida estrella de Unidas Podemos para esta legislatura, será también el éxito o el fracaso del proyecto político que impulsa la gallega. Los podemitas lo saben y ya hace meses que urden un plan contra la ministra, que ahora tratan de ejecutar en la pugna con el PSOE a cuenta de con que apoyos convalidar la norma.

A las puertas de la campaña electoral en Castilla y León, en la que los de Belarra se juegan incluso su presencia en las Cortes, fuentes de Podemos admiten que «nos iría bien el rechazo al real decreto para cargar contra la derecha, culpar al PSOE de no quererse mover y en última instancia, cuando haga la puesta de largo a su proyecto, responsabilizar a Yolanda Díaz de haber podido dar cumplimiento a la derogación prometida». Al fin y al cabo Podemos ha quedado muy al margen de toda la negociación y tal vez por eso en la organización política califican «de mierda» el acuerdo alcanzado.

La ministra de Trabajo y su equipo, en especial el Secretario de Estado de Empleo, Joaquín Perez – Rey, son quienes capitanean las conversaciones con los agentes sociales y los grupos parlamentarios. Pérez Rey asegura estar hablando con todos los partidos aunque la mayoría de sus socios, como ERC, Bildu o el PNV, dicen que ni les han tenido ni les tienen al corriente de los avances. Y eso les enfada. En el caso de los peneuvistas, sin embarg, sí hay negociaciones al más alto nivel según ha podido confirmar OKDIARIO por ambas partes.

ERC les hace el juego

En esta campaña de acoso y derribo a la vicepresidenta segunda del Gobierno, a cuenta de la reforma laboral, Podemos no está solo. Esquerra Republicana, más cercana a la formación morada que a Díaz y al PSOE, se ha abonado a las críticas furibundas y personificadas en la figura de la número tres del Gobierno. Este martes, sin ir más lejos, Gabriel Rufián aseguró que «nosotros no vamos a estar en proyectos personales», acusando así a la ministra de Trabajo de usar la reforma laboral para sus intereses políticos en la nueva plataforma electoral que está construyendo.

Rufián, que siempre ha sostenido que el texto acordado «es poco ambicioso», considera que el real decreto es «un lavado de cara». Los separatistas catalanes, como EH Bildu, están muy lejos de apoyar la convalidación en el Congreso, hecho que a día de hoy hace que la norma tenga más posibilidades de decaer que no de prosperar. Más teniendo en cuenta los esfuerzos de la organización morada para descarrilar las negociaciones entre el PSOE y Ciudadanos, atacando a los de Inés Arrimadas afirmando que «quieren destruir la mayoría de la investidura», para culpar del fracaso a Yolanda Díaz.